sábado, 4 de noviembre de 2017

La musa aprende a escribir. HAVELOCK, Eric A. Paidós Buenos Aires 1996






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La teoría especial de la escritura griega afirma  que el concepto de individualidad y de alma, tal como lo entendemos ahora, surgió en un momento histórico determinado, inspirado en un cambio tecnológico -el descubrimiento y uso del alfabeto que reemplazó a la oralidad primaria-: cuando el pensamiento y el lenguaje inscrito en la escritura alfabética se separaron de la persona que lo hablaba, lo que condujo a un nuevo enfoque de la personalidad del hablante.  (Havelock 1996 Pág 161)

Esta explicación corre el riesgo de ofender profundas emociones fundadas en la fe religiosa. La individualidad y el alma, expresadas en griego, evocan unas convicciones que en Occidente han recibido el poderoso refuerzo de dos mil años de cristianismo (aunque merece la pena observar que estas concepciones están ausentes del Antiguo Testamento) Ibid anterior.  

Dejando de lado el sentimiento religioso, hay aspectos de la teoría especial de la escritura griega que acaso encuentren alguna resistencia entre los filósofos modernos. Se puede demostrar que el existencialismo tiene ciertas afinidades con el oralismo y cierta mezcla entre los dos se ha podido observar entre críticos e historiadores franceses Ibid Pág 162

Pero ¿cómo puede avenirse la tradición idealista alemana, que empieza con Kant y se expresa en muichas formas posteriores, con la proposición de que el intelecto del hombre, en tanto que se distingue del resto de su propiedades psíquicas fue sólo "descubierto" o, cuando menos, plenamente advertido como "existencia, a finales del siglo W a.C., y que eso fue, en efecto, un acontecimiento lingüístico?  Pág 162
Los filósofos analíticos y los lógicos, que vienen dominando una parte tan grande del expectro filosófico de Inglaterra y los Estados Unidos, quizás vean en ello -el hecho de que la separación sujeto objeto aparece con la escritura alfabética)  cuestiones  . Pero su disciplina tiene sus prejuicios propios. No puede menos que favorecer la suposición de que los procedimientos de la lógica, lejos de ser un descubrimiento de los alfabetizados, están arraigados en la naturaleza humana y siempre lo han estado, con tal de que la naturaleza humana supiera imponerse la disciplina necesaria para usarlos. Una conciencia oral que opera con la ambivalencia y no se halla sujeta a las leyes de contradicción no puede ser, desde este punto de vista, una conciencia válida. Es cierto que tanto los oralistas como los lógicos se toman en serio el lenguaje como conducta humana; (...) Pero cuando la capacidad de hacer eso se atribuye a los efectos de un acontecimiento histórico particular -la invención del alfabeto griego-, entonces los filósofos analíticos que suponen que sus métodos son universales se encuentran frente a la siguiente alternativa: o bien sostener que la tecnología del alfabeto no tuvo importancia alguna porque dichas capacidades han existido siempre, o bien condenar y rechazar la oralidad prealfabética como una condición verdaderamente primitiva de la comunicación que, por suerte, hemos dejado atrás. Pág 163